LEMNISCATA

porque existes tú,
que antes que el yo
ya existía el nosotros
y que ambos formamos
el símbolo eterno
de una lemniscata
que nos permite distanciarnos
sin dejar de ser la misma esencia.
Elegimos un infinito
movimiento cambiante
y sin embargo
permanecemos inequívocamente
únicos e irrepetibles
con la grandeza de nuestra identidad
enlazada en el espacio
sin nudos que nos aprisionen.
.
Del libro:Cómo aprender a volar.
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