Sortilegio
La casa tiene huesos de
cristal,
gira el pomo despacio,
sin ruido,
sacude en el felpudo tu
impaciencia,
no la aturdas, padece
hipertensión.
Entornados
párpados al recuerdo,
color melancolía en sus
paredes,
alguna golondrina por las
vigas,
Prende el azafrán del
asombro
luz en la cocina,
escancia vino,
brinda, conjura
nombres,
cuando palpas su
corazón de polvo.
Sientes su claro
pálpito de agua,
deshielo de rojos
ladrillos,
la expansión maternal
de su pecho,
cómo sopla calor en tu
orfandad.

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