04 diciembre 2014

José Manuel Vivas






Ella recogía la ropa tendida,
miraba el fondo soleado del patio,
las macetas de los vecinos
y un cielo medio oculto entre antenas
y las chimeneas sin uso.
Ella se parecía a todas las mujeres
de ese día,
a las madres, las hermanas,
las hijas de cuantos observábamos
desde el interior
sus figuras resplandecientes.
Mientras, yo leía un poema parecido a este,
con una mujer que tendía ropa
y miraba el círculo de la vida
en las flores de los tiestos,
en un pedazo de cielo azul,
furtivo,
inalcanzable.

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