08 enero 2015

Brenda Lopez Soler





ya no nos queda tiempo
ni para el amor ni para el olvido

la vida se reinventa y corretea mañanas de canléndulas
eternos árboles dormirán el horizonte

de mi paraiso azul de agua que estallaba
de la tierra entre los labios
de la mano suplicante

pero tú sonríe mi amor, todo nace.

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