ya no nos queda tiempo
ni para el amor ni para el olvido
la vida se reinventa y corretea mañanas de canléndulas
eternos árboles dormirán el horizonte
de mi paraiso azul de agua que estallaba
de la tierra entre los labios
de la mano suplicante
pero tú sonríe mi amor, todo nace.
de la tierra entre los labios
de la mano suplicante
pero tú sonríe mi amor, todo nace.
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