02 enero 2015

Carmen Borja




Poema Recuerdo

Yo no sépor qué escogí aquella noche


la piedra fría de una fuente


para acompañar mi llanto.


Tampoco sé


por qué bebí la niebla


que cubría las estrellas,


ni por qué


un único instante de soledad


ciega de muerte unos ojos


y los sella para siempre.


Esa vez,


la luna sonreía tras el árbol,


y un olor dulzón


hizo estremecerse nuestras vidas.


Es difícil,


dolorosamente difícil


encontrar la clave perfecta,


la perfecta forma


de lo inexistente. 

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