Hace unos años os contaba mi asombro y el cariño que ha nacido en mí hacia este hombre tan especial como es Marcos Ana.
Os invito a leer el libro " Decidme Cómo es un árbol " de Umbriel Editores- Tabla Rasa.
Desde este sencillo espacio querido Marcos, quiero saludarte y darte las gracias por TU FORMA DE ANDAR Y ENTENDER LA VIDA.
Un abrazo lleno de solidaridad, respeto y ternura.
Pedro Javier Martín Pedrós.
Historia de una Vida truncada.
FERNANDO MACARRO CASTiLLO
(Marcos
Ana) nace en Ventosa del Río Almar, una pobre aldea de la provincia de
Salamanca, el 20 de Enero de 1921. Sus padres Marcos Macarro y Ana
Castilla, son campesinos sin tierra. En 1929 se traslada a Alcalá de
Henares, contratados como hortelanos. Marcos tiene 8 años. Asiste poco
tiempo a la escuela y aprende sólo a leer y escribir. Debe trabajar,
ayudar a su padre en las tareas agrícolas y otras veces, recorrer
cortijos y pueblos vendiendo, en un carrito, pequeños artículos:
cordeles, herramientas campesinas.En 1936 estalla la sublevación
franquista. Marcos Ana tiene 15 años apenas, se va voluntario al frente
de Guadarrama en un batallón de milicias. Luego, al formarse el Ejercito
Regular, es dado de baja por menor de edad. En Alcalá de Henares,
mientras lucha en las labores de retaguardia: La producción, la
educación, la preparación premilitar de la juventud, un día recoge el
cadáver de su padre de entre los escombros de su casa destruida. A los
17 años se incorpora al Ejercito, en la Octava División. Cuando llega el
fin de la guerra, marzo de 1939, con miles de combatientes republicanos
es atrapado en el puerto de Alicante, es conducido al campo de
concentración de Albatera, donde el hambre, los castigos, el suicidio y
las ejecuciones diezman las filas de los prisioneros. Se evade y va a
ocultarse en Madrid. Pocos días después es detenido. Era Abril de 1939,
tenía 18 años y tres meses. Ya no habría de conocer la libertad hasta
1961, casi a los 41 años de edad. En una comisaría de Madrid, es
torturado durante 43 días en forma tal que al ser trasladado a la cárcel
de Porlier no puede andar, ni llevarse el alimento a la boca: sus
compañeros deben asistirlo como a un recién nacido.Condenado a muerte,
espera noches y noches ser sacado al fusilamiento mientras ve marchar
hacia la muerte a centenares de hombres. Un día es hallada por los
guardias una hoja que circulaba entre los presos alentándoles a mantener
la fe, a no desmayar en la terrible adversidad. Marcos Ana se presenta a
declararse autor de aquella hoja para evitar el suplicio indagatorio a
que se estaba sometiendo a numerosos presos. Es torturado otra vez. Un
nuevo consejo de guerra vuelve a condenarle a muerte. Su madre cuando lo
supo, perdió el conocimiento y no lo recobró más. Esto sucedía en 1943.
Marcos recorre, una tras otra, fatídicas prisiones: la Cárcel del Conde
de Toreno (allí estuvo con el poeta Miguel Hernández, muerto después en
un calabozo), el Penal de Ocaña, la prisión de Alcalá de Henares y por
fin el penal de Burgos, donde pasó 15 años. En todas estas prisiones ha
sufrido castigos inauditos. Todo ello sacado de la página:http://www.elbazardelavida.com/ideas/MarcosAna_poesia_ideas.htm
En
Ocaña estuvo 307 días incomunicado; de ellos tres meses en aislamiento
total, sin salir del calabozo, sin hablar con alguien, sin andar, tirado
sobre el piso que diariamente llenaban de agua sus carceleros. En el
Penal de Burgos estuvo nueve meses incomunicado en una celda. Fue en esa
celda, hacia 1954, donde nacieron sus primeros poemas ( a los 33 años
de edad). Sus compañeros lograron hacerle llegar un pequeño volumen de
Antonio Machado. Pudo, sucesivamente. leer a Lope de de Vega, Quevedo,
Garcia Lorca, Rafael Alberti, Miguel Hernandez ... Por los mismos
caminos inexplicables que llegaron hasta él estos grandes poetas de
España, comenzó a llegar a España y al mundo la poesía de Marcos Ana.
Una poesía llamando desde un muro, a la fraternidad de un mundo que
comenzó a pedir su libertad, fraternidad que se hizo extensiva a todos
los presos políticos de España y a todo el pueblo español. En Noviembre
de 1961 en respuesta a ese clamor Marcos Ana fue liberado. Había
cumplido 23 años de prisión ininterrumpida. Es el hombre que más años
estuvo preso por la guerra civil española.
Poesías:
Mi pecado es terrible:
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre.
Por eso, aquí entre rejas,
en diecinueve inviernos
perdí mis primaveras.
Preso desde mi infancia
y a muerte mi condena,
y a muerte mi condena,
mis ojos van secando
su luz contra las piedras.
Mas no hay sombra ni venganza
recorriendo por mis venas.
¡España! sólo es el grito
que escapa desde mi alma...
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