Y…
Dejo que la
luz
engendre en
mis entrañas
un río de
lluvia.
Es una
necesidad
que deseo transmitir
desde el
balcón suave
y
apacible de mi jardín
privado.
Acércate a
mi y entenderás
que hablo de
la finura de
una caricia,
su tacto.
Hablo de la energía
de un abrazo
sin contrato
ni avales.
Desde la
comprensión,
la escucha
todo es
descanso.
La belleza
subsiste
en el recuerdo,
subsiste
en el recuerdo,
nuestros
recuerdos.
El silencio
anuncia
un parto que me libera
anuncia
un parto que me libera
y
me llena de vida.
Del libro : Partos de luz
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