21 abril 2015

Ana García Briones.

Y…

Dejo que la luz
engendre en mis entrañas
un río de lluvia.

Es una necesidad
que  deseo  transmitir
desde el balcón suave
y apacible  de mi jardín
privado.

Acércate a mi y entenderás
que hablo de la finura de
una caricia, su tacto.

Hablo de la energía
de un abrazo sin contrato
ni avales.

Desde la comprensión,
la escucha
todo es descanso.

La belleza
subsiste
en el recuerdo,
nuestros recuerdos.

El silencio
anuncia
un parto que me libera
 y
me llena de vida.


Del libro : Partos de luz

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