23 julio 2015

Manuel Ventureira

El invento

En medio de la noche,
de repente,
el inventor se despertó
con una idea,
tan brillante
que temió
que algún capitalista 
se apropiara de ella
y la usara
para explotar a los obreros.

Tanto miedo tuvo
que, desesperado,
se tapó la cara con la almohada
e hizo fuerza, mucha fuerza,
para olvidársela.

Como era habitual,
su mujer se despertó
y al ver que su marido gemía
nuevamente
debajo de la almohada,
se levantó en busca de una pastilla para dormir.

Al rato, el inventor
logró dormirse
y olvidarse del invento.

A los obreros
los siguieron explotando. 

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