ATARDECER
Mientras estoy fumando
tranquilamente
en la terraza de un bar,
absorto en mis pensamientos más
oscuros,
las misteriosas sombras
asedian lentamente
la desnudez de esta tarde de
enero,
cubriéndola de soledades y de
miedos,
de fantasmas que aguardan en las
esquinas de la noche.
Mientras estoy acabando de fumar
en la terraza de este bar,
observando el confuso desamparo
de las calles,
el tiempo agita los cuchillos del
frío
y una suave brisa ensangrentada
nos eleva el alma, entre
hojarascas secas
y heridos adioses,
hasta la más alta cumbre del
silencio.
(Publicado en la revista La RaRa 4)
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