21 agosto 2015

Mauricio Escribano








"Anda mi piel dando un grito que quema
y esta lengua olvidada en una silla
con la boca lloviéndole encima.
Y pensar que ardieron estos labios
hoy subidos a los techos.
Si es que supe preguntar.
Mis preguntas ya son polvo de párpados
arremolinados debajo de los puentes.
Los silencios multiplican mendigos
con guantes de alambre. Escarban
los espejos en busca de tu rostro.
Esta noche pudo ser pequeña
y no lo ha sido. Hay un charco
de mujer bajo mi herida."


No hay comentarios: