15 septiembre 2015

Anna Benítez del Canto






A medida que los labios se van tornando púrpura
más encarnada es la sangre
y más útil el latido que me ata.

Cuanto más frías las manos
más ardientes se muestran las palabras.

Despacio me contemplo en el espejo
y más allá del reflejo
baila la vida en la cuerda floja.




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