11 septiembre 2015

Antonio Gala








Y la luna eras tú
    Y la luna eras tú.
    Una luna creciente, blanca, fría.
    Mirabas hacia el mar y hacia las cosas
    Que no eran yo.
    Y con cuánto silencio te gritaba
    -Creciente, blanco, frío yo también-:
    "Mírame, mírame,
    Ay, mírame mirarte..."

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