02 octubre 2015
Alfonso Brezmes
RARA AVIS
Encontrándose al borde de la muerte,
Alejandro convocó a sus generales
y les comunicó sus tres últimos deseos.
Cuáles fueron éstos y qué respondió
Alejandro al asombrado general
ante ruegos tan insólitos, es algo
que fácilmente puede consultarse
en cualquier vulgar enciclopedia.
Os ahorraré por tanto los detalles
y la discusión sobre si es cierta
la historia que acompaña hoy el mito.
Dejaré anotado tan sólo que ayer
un médico salvó a mi hija in extremis,
hallé doce tesoros en un libro
de una tal Szymborska y en mis manos
aún aletea tibia una avecilla,
que con su raro canto ha prometido
acompañarme hasta el fin de mis tiempos,
para así distraer mientras yo cruzo,
por valles y por ríos y fronteras,
a los gélidos perros de la muerte.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario