03 noviembre 2015
Ramón Llanes Domínguez
sin nostalgias
Percibo un vacío de cielo, una pérdida de sombras,
hemos acabado la liturgia de esperarnos,
estamos juntos en el andén de la inmortalidad
creyendo que la única razón para vivir es nuestra
y así pasamos las horas, dejando cerrado el balcón del tiempo
para evitar que entre la sal a corroer
esta vida sobrada de ánimos que nos alimenta
el espíritu y nos hace andar sin nostalgias.
Hemos preferido este refugio;
el otro, los otros, todos los demás
estaban anegados, con agua y tierra por los costados
y viajamos, celestes y sobrios, nos montamos,
erguidos al pedal, con la sola garantía de la mirada.
Han pasado, las nubes, las soledades, el aire,
la locomotora, el cobrador del tren, las estaciones
y aún no es tarde para nosotros.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario