31 diciembre 2015
Carmen Castejón Cabeceira
ATARDECE EL DESEO
sin disciplina alguna.
Leyendo, nos miramos, es inútil pensar,
un día mas que pasa.
Tu imagen se sacude.
Si es preciso te sueño, pero quiero tocarte
suavemente, sin signos,
conectarme a tu boca.
Me caeré en los vanos
como en la orilla misma
de tu nombre sin tierra,
todo por la bravura que llevo entre volantes.
Si no existe tu piel se tapa mi esperanza
de no acordar morir.
La brisa, el sol, las nubes,
serán como sentencias.
M e derrota el vacío.
Quisiera renombrarte en sentido del viento
y sacarte de ahí,
del soporte virtual.
No importa que no entiendas,
Yo tampoco lo entiendo.
Pero se que este sábado
cenaremos congoja
delante de las cámaras.
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