Navidad era el agradable
calor de la cocina,
el bullicioso trajinar entre
los platos,
las prisas a la hora de la
cena,
la seriedad profunda del
abuelo,
la alegría y las bromas de mi
padre,
la cándida inocencia del que
espera
que alcanzase el destino
la carta que enviara para Oriente.
Navidad eran luces
y jaleo
y cantos
y voces
y risas...
Ahora, cuando todo lo llenan las ausencias,
de aquella vieja casa,
donde lo éramos todo sin
saberlo.
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