18 diciembre 2015

Isabel Miguel



Navidad era el agradable
calor de la cocina,
el bullicioso trajinar entre los platos,
las prisas a la hora de la cena,
la seriedad profunda del abuelo,
la alegría y las bromas de mi padre,
la cándida inocencia del que espera
que alcanzase el destino
la carta que enviara para Oriente.

Navidad eran luces
y jaleo
y cantos
y voces
y risas...

Ahora, cuando todo lo llenan las ausencias,
anhelo el crujir de la escalera
de aquella vieja casa,

donde lo éramos  todo sin saberlo.

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