20 mayo 2016
Javier Sánchez Durán
LA TARDE
Ululan los colores esta tarde
mientras brillan especialmente el azul inmenso
y el rojo nacarado del sol que se desangra.
Para ´ti y para mí, para nosotros,
se deshace la tarde en elogios
y erupcionan vaporosos los amores
y los silencios murmurados.
Nos invitan los sonidos del crepúsculo
a la fiesta de los tactos,
a bailar con nuestros ojos
y mirar con nuestros dedos
las delicadas geografías de nuestros cuerpos
y llevar hasta el límite
la proclividad aventurera de nuestros labios.
Alejarnos y acercarnos con persistencia repetida
con vocación de olas espumosas que se quiebran en la roca.
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