27 septiembre 2016

Mar Blanco







Late la noche
¿Quien no ha tenido que repartirse
entre el pan y los sueños?
¿Hasta cuando el destino?

¿Hasta dónde la palabra
si la pasión estalla
y se calcinan los dedos
en un incendio de flores?

Dentro siempre una luz encendida
como una luna
que me llena hasta el borde.
No conozco mayor plegaria
que ofrecer al vacio.


1 comentario:

SAL dijo...

Me gusta este poema,