LA CALLE VACÍA
Una calle larga.
Vacía.
Una calle con fondo gris
Una calle.
Tan sólo una.
Mientras pasa el frío a saludarte.
El calor se asoma.
La calle sigue vacía.
Sigue tan larga como las entrepiernas.
El fondo denota los árboles.
Entre una rama se queda una huella
disimulando ser un nido.
La calle es ancha aunque siga siendo una.
Y vacía.
Le pongo atenuantes.
Si.
No importa.
Oírla es un aleteo de rodillas
que se giran, muerden o se precipitan.
Pero para mí sigue vacía.
Sigue vacía sin tus cordones.
Es solo una maldita calle.
Para saber perderme en su acera.
Sigue estando vacía
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