05 enero 2018

Alfonso Brezmes








DOS SE DICEN




Así como la noche lleva el día
adormecido en su vientre de plomo,
y es el día a la noche su posada,
así mi corazón contiene el tuyo
y a su vez por el tuyo es contenido,
como un juego de espejos enfrentados
que dibujan un túnel en el tiempo
por donde dos se buscan sin saberse,
y al mirarse uno al otro multiplican
sus rostros hasta no poder mirarse,
y entonces han de verse con palabras,
asidos a los bordes de un abismo
en cuyo fondo oscuro está el silencio,
mientras la noche, afuera, ya es de día.

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