03 enero 2018

María Guivernau






CARNE

Soy carne de poeta,
con tinta
bombeándome el pecho
y salpicando el papel en blanco;
de musa,
haciéndome poema,
atravesándote los ojos
y navegando entre tus venas;
de verso,
saliendo de tu garganta,
dibujándome en tu lengua
y brotando entre tus labios.
Soy carne de deseo,
de empeños,
de excesos que enamoran
y acaban hibernando
en los poros de una piel
que no vuela sin roce.
Soy carne
de canciones y danzas,
de papeles principales
en los escenarios
más novelescos de mi vida.
Soy carne
de desmedida
en abrazos que cobijan,
en caricias interminables,
en besos robados,
en orgasmos a fuego.
Soy carne
y verbo
y alas.
Y un corazón.
Que late sin freno.

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