28 agosto 2018

Carmela López Raposo





Mi hijo no nació de la nada,
ni del matrimonio,
ni de la lujuria.

Nació, caminamos y caminaremos juntos.
Pupila a pupila.
Corazón a razón.

Desde el abismo de la vida, él.
Yo, desde el cajón de los recuerdos...
Ese que todo lo guarda.

Siempre.

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