“YO TENGO UN SUEÑO…”
Como el negro Martin Luther King, yo tengo un sueño…
que me ronda y me crece más vivo cada
noche
y me amenaza con ver conmigo amanecer.
Me veo recién plantado en una tierra
nueva
al otro lado diáfano de todas las
fronteras,
en una heredad brillante y fértil donde
reina
como dueña y señora la madre clorofila,
en donde las verdades cereales de la
savia
las miradas, las bocas, los estómagos colman
y socaban, devoran los antiguos decretos
oscuros y concretos de asfalto y de
cemento;
donde se agrandan patios rebosantes de
luz
estallantes de flores y dones hortelanos.
Es una tierra enhiesta en una vibración
nueva
de energías sin cargo de codicia ni
inmundicia
que repiten al astro dorado y que rezuman
del viento, de agua inquieta, de la matriz
de Gaia
y
del miocardio noble de cada ser humano.
El lugar de mi sueño es un mundo habitado
por humanos señores de su propia
conciencia
y artesanos peritos en el sexto sentido
que será el más común de todos los
sentidos;
es un lugar sin dioses donde Dios es la suma
de muchos seres francos de ojos
transparentes,
de gesto dulce y manso y de mano siempre
abierta
donde más que mi miedo, mi ombligo y mi
intestino,
importan los sudores de nuestras frentes
tersas
e importa la certeza, que sepamos quién
somos
qué vinimos a hacer y hacia dónde va el
camino…
Sueño una gran aldea donde todos se
conocen
sin tratarse por títulos pues todos son familia…
Es un lugar en donde hace lustros se
fundieron
las soberbias colosales, los poderes maléficos
que ostentaban impunes los altos
rascacielos,
una tierra de gente encendida a ras de
tierra
que ya nunca jamás quiso vivir amontonada;
y veo abrirse el pecho de las ciudades
grises
en ágoras inmensas con columnas forjadas
con el plomo guerrero y el bronce de cañones,
donde nos reuniremos a meditar en masa,
crítica, celebrando el laurel de la
creación,
a conectarnos y a pronunciar antiguos
mantras,
oraciones potentes de hágase
y así sea;
y a concordar con pocas, con muy pocas
palabras
de buen entendedor las muy escasas leyes
que apenas son precisas entre gente de
ley.
Yo
tengo un sueño más vivo y
largo cada noche,
que me amenaza con quedarse a desayunar
y a echar el día entero conmigo y con
vosotros…
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