Prosa poética
Me despertó esta mañana el corazón diciéndome muy despacito tu nombre en voz bajita, me quedé embelesada en tus ojos, me perdí en el manantial de tu boca, tus labios de hierbabuena... quise por un momento volver a cerrar mis párpados y soñarte de nuevo.
Por entre medio de la explanada de mi alma, una arboleda, y dentro de la arboleda, ramas de árboles que asomaban a tu sonrisa espampanante.
Me desperté, queriendo surcar el mar de tu cuerpo lentamente hasta quedar varada ante ti, me desperté oliendo a ti, impregnada del aroma de tu cuerpo, ese que tanto me hace sentir.
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