Cuando cae la niebla sobre el barniz de los días
y se esconden las angustias bajo el asfalto,
se asoma la soledad a la ventana de mis ojos,
me desafía con su mirada de zorra
hasta que descubre bajo mis tripas
la dificultad de atravesar los puentes.
Entonces, tras unas horas de asedio,
rinde sus intenciones
repliega los estandartes de bruja
y se difumina en sombras hacia el infinito.
No me colma de alegría
porque sé que he ganado otra batalla
pero no la guerra.
2 comentarios:
Muchas gracias, Pedro. Siempre es un honor para mí, ser invitada en tu página.
Espero que nos veamos pronto.
Un abrazo
Una poeta que debe estar en tu blog por mérito propio.
Saludos.
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