
En la morgue de
amantes olvidados
yacen mis caricias
mesa de quirófano,huérfanas de destino
sobre el mármol desangradas.
Caricias ahogadas en su
primer suspiro,
sin cuerpo,
sin el hálito divino
que hace la diferencia
entre la muerte
que hace la diferencia
entre la muerte
y la vida.
Caricias abortadas.
Caricias olvidadas.
Caricias no deseadas.
Un ángel de alas negras
las velas con lágrimas
de lava ardiente en
sus ojos infinitos.
Mis caricias aletean
un instante desesperadas intentan
ser necesitadas
y nuevamente mueren
ante la cruel indiferencia
para ser finalmente
en el olvido sepultadas...
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