

COMO UNA WENDY MÁS
Tuviste que aprender a descoserte
su sombra de tu poco corazón,
deshacer los milagros de la nieve y olvidar el silencio que albergabas.
Tuviste que aprender que siempre hay tiempo,
que la prisa no sirve, prisa mata,
y que, después de todo, no importaba
quién tenía razón a esas alturas.
1 comentario:
¡Precioso!
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