
Desde la ventana de nuestro blog, queremos compartir con todos nuestros amigos este segundo libro de la colección “Poesía en la distancia “,así iremos abriendo, poco a poco, las páginas del mismo.
JULIA ISASI MARTINEZ

Nací en Ciudad Real. Soy hija de obreros, aunque hoy siento que fueron y son los Reyes de mi vida. Ocupo el lugar número seis de entre mis otros siete hermanos y toda mi existencia ha girado en torno a ellos, junto a sus peculiaridades y defectos. He descubierto en la poesía un modo limpio de expresión del arte, el alma y la esencia de mi Ser, pero ante todo que el trabajo consiste en aprehender a pintar con la palabra todos los paisajes que mi percepción tanto interna como externa permita para llegar a conectar con vosotros.
Correo electrónico: jisasi6@yahoo.es
Correo electrónico: jisasi6@yahoo.es

Amanecía en el mundo
rumbo al norte.
Las rocas volvieron a golpearme el casco,
las olas mecían mi no saber,
mi no encontrar, ni dónde.
Volví sobre mis pasos uno a uno,
fue como un presagio, un espejo de acero,
ira del la imagen del mismo nombre
del dolor, que constante
habita en mi duelo.
Ayer llegó el invierno
y abrí la caja de los zapatos andados,
puse mis pies de lleno, cansados,
en el interior del viejo hueco moldeado.
Y el rumbo cambió...,
viró hacia algún lugar desconocido,
sentí en el tarso, en los talones, en los tendones,
un pasado caminar, navegar,
volar de mí, de otro...
Supe entonces que el día
y la noche, avanzan al ritmo
de mi calzado.
Derecho, izquierdo, derecho, izquierdo.
rumbo al norte.
Las rocas volvieron a golpearme el casco,
las olas mecían mi no saber,
mi no encontrar, ni dónde.
Volví sobre mis pasos uno a uno,
fue como un presagio, un espejo de acero,
ira del la imagen del mismo nombre
del dolor, que constante
habita en mi duelo.
Ayer llegó el invierno
y abrí la caja de los zapatos andados,
puse mis pies de lleno, cansados,
en el interior del viejo hueco moldeado.
Y el rumbo cambió...,
viró hacia algún lugar desconocido,
sentí en el tarso, en los talones, en los tendones,
un pasado caminar, navegar,
volar de mí, de otro...
Supe entonces que el día
y la noche, avanzan al ritmo
de mi calzado.
Derecho, izquierdo, derecho, izquierdo.
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Limpio mi casa
de tristes telarañas,
de polvo y ruina,
de angustia repetida...,
y mientras trabajo ahí estás
lamiendo mi sudor salado,
como una playa que conoce
el aroma del salitre,
el rumor de las olas
los gritos de las gaviotas,
el barco que hundió una guerra,
el hueco sonoro de las caracolas.
Abriré las puertas de antiguos escondites
para guiarte por el sendero de las heridas,
te querrá mi padre, te querrá mi madre...,
te ofrecerán algodón vaporoso
para flotar, en el sueño
que hizo especial el instante de nacerme.
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LA RISA DE MATI.
En el tumulto que nos acosa,
en el ruido de la ciudad,
en la seriedad de las aulas,
en el eco de las iglesias,
en el beso de los amantes.

En el sudor del trabajo,
en la soledad de una mosca,
en la rabia del vencido,
en la paciencia del huraño,
y... en la flor de tu balcón.
En las grietas de mis manos,
en la tensión de mi mejilla,
en el frío de mi espalda...,
y... en el tropezón de mi zapatilla.
En el lienzo del pintor,
en la pinza de la peluquera,
en la ansiedad de mi teclado...
y... en el núcleo de mi corazón.
En las manos del sordomudo,
en la musa del poeta,
en el brillo del diamante,
y... en la voz insistente del recuerdo.
En este instante para verte,
en las ganas de pelearme,
en la infancia que me contiene,
en mi futuro, en mi pasado
y... en mi presente.
en el ruido de la ciudad,
en la seriedad de las aulas,
en el eco de las iglesias,
en el beso de los amantes.

En el sudor del trabajo,
en la soledad de una mosca,
en la rabia del vencido,
en la paciencia del huraño,
y... en la flor de tu balcón.
En las grietas de mis manos,
en la tensión de mi mejilla,
en el frío de mi espalda...,
y... en el tropezón de mi zapatilla.
En el lienzo del pintor,
en la pinza de la peluquera,
en la ansiedad de mi teclado...
y... en el núcleo de mi corazón.
En las manos del sordomudo,
en la musa del poeta,
en el brillo del diamante,
y... en la voz insistente del recuerdo.
En este instante para verte,
en las ganas de pelearme,
en la infancia que me contiene,
en mi futuro, en mi pasado
y... en mi presente.
Fotos de Marta Martínez
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