
Nació en Mieres en el año 67 y pronto descubrió que lo suyo era el periodismo. Su necesidad de buscar nuevos horizontes le llevó a dejar Asturias e instalarse en Madrid donde trabaja en el Semanario Interviú desde el año 1993.Ha estado en numerosos países en conflicto cubriendo reportajes como el sitio de Sarajevo, el golpe de Estado en Rusia, y conociendo de primera mano los campos de refugiados en Croacia, en el Sáhara y en Pakistán. Ha viajado como brigadista a Nicaragua, fue observadora en los Campamentos por la Paz a Chiapas, y voluntaria en comunidades en El Salvador. También ha podido comprobar de primera mano la situación en Irak, antes y después de la guerra, un conflicto armado injusto que le ha dejado una honda impresión.
Su otra faceta más destacada es la de una mujer escritora comprometida con la mujer. Entre sus últimas experiencias se encuentra la de recorrer España, durante tres semanas, vestida de musulmana para estudiar la discriminación que sufren estas mujeres en nuestro país. Nuria Varela es también una gran conocedora de los entresijos que rodean la violencia de género, que desvela en su libro "Íbamos a ser reinas".

"ÍBAMOS A SER REINAS.
Mentiras y complicidades que sustentan la violencia contra las mujeres”.

Madrid, 2002. Ediciones B.
"Íbamos a ser reinas" propone un recorrido por todos los recovecos del alma y de la razón para desentrañar por qué se tortura a las mujeres en sus propias casas; cómo lo soportan ellas; qué mecanismos sociales, educativos, legales y religiosos actúan como cómplices eficaces para que la sociedad no se decida a terminar con una ideología que cada año asesina a decenas de mujeres en España, a miles de mujeres en todo el mundo. La violencia contra las mujeres es una pandemia que llega al siglo XXI con la misma fuerza con la que ha recorrido toda la historia de la humanidad.
Este libro está tejido sobre las conversaciones mantenidas con mujeres que vivían en casas de acogida, en pisos tutelados o que ya estaban intentando rehacer sus vidas tras haber pasado unos meses en ellos. Íbamos a ser reinas presenta a mujeres muy valientes que han decidido romper el silencio y la indefensión que han rodeado sus vidas y certificar que los agresores no son locos ni enfermos y que ni la edad ni la pobreza ni el alcohol son motivos de los malos tratos y las agresiones ni los justifican. El único factor de riesgo es ser mujer.
"Por el derecho a una vida digna de todas las mujeres, es necesario romper con las mentiras y complicidades que sustentan la violencia de género. Ni reinas de la casa, ni reinas del hogar, ni reinas de corazones ajenos. No es posible calificar un Estado como democrático si buena parte de sus ciudadanas no tiene libertad, no están protegidas eficazmente por las fuerzas de seguridad y no tienen defensa jurídica garantizada".
Nuria Varela
"Íbamos a ser reinas" propone un recorrido por todos los recovecos del alma y de la razón para desentrañar por qué se tortura a las mujeres en sus propias casas; cómo lo soportan ellas; qué mecanismos sociales, educativos, legales y religiosos actúan como cómplices eficaces para que la sociedad no se decida a terminar con una ideología que cada año asesina a decenas de mujeres en España, a miles de mujeres en todo el mundo. La violencia contra las mujeres es una pandemia que llega al siglo XXI con la misma fuerza con la que ha recorrido toda la historia de la humanidad.
Este libro está tejido sobre las conversaciones mantenidas con mujeres que vivían en casas de acogida, en pisos tutelados o que ya estaban intentando rehacer sus vidas tras haber pasado unos meses en ellos. Íbamos a ser reinas presenta a mujeres muy valientes que han decidido romper el silencio y la indefensión que han rodeado sus vidas y certificar que los agresores no son locos ni enfermos y que ni la edad ni la pobreza ni el alcohol son motivos de los malos tratos y las agresiones ni los justifican. El único factor de riesgo es ser mujer.
"Por el derecho a una vida digna de todas las mujeres, es necesario romper con las mentiras y complicidades que sustentan la violencia de género. Ni reinas de la casa, ni reinas del hogar, ni reinas de corazones ajenos. No es posible calificar un Estado como democrático si buena parte de sus ciudadanas no tiene libertad, no están protegidas eficazmente por las fuerzas de seguridad y no tienen defensa jurídica garantizada".
Nuria Varela
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