05 mayo 2009

Poema de Dante Medina



Biografía

Jilotlán de los Dolores, Jalisco, México · 1954

Doctor en Letras Románicas por la universidad Paul Valéry. Fue fundador y primer director del Departamento de Estudios Literarios y del Doctorado en Letras, además de director general de Extensión Universitaria de la Universidad de Guadalajara. Ha impartido clases y conferencias en diversos países, como Francia, los Estados Unidos, Italia y España.
Ha recibido importantes premios y reconocimientos: mención en el Premio Juan Rulfo que otorga Radio Francia Internacional en 1984; el Premio OCA en Letras, en Jalisco, y la Condecoración de Chevalier de Tir Douzil de Francia, además de la Beca Guggenheim. Con Te ve, mi amor, TV, obtiene por segunda vez el Premio Casa de las Américas de cuento, que ya había recibido por su libro Cómo perder amigos en 1994.
Entre sus títulos de ficción más conocidos se encuentran: Léére. Manual para hispanoandantes (cuento, 1990); La Dama de la Gardenia (novela, 1992); Ciudades de por sí (cuento, 1997); Yo soy Don Juan, para servir a usted (teatro, 1998); Del amor que te di (canciones y poemas, 2000). Como ensayista ha dado a conocer: Homenaje a Juan Rulfo (1989); Algunas técnicas narrativas de la novela latinoamericana contemporánea (1990); Zonas de escritura (1994) y La seducción y sus espejos (2000), entre otros.



Carta a Dios por no haber podido pagar el recibo de la electricidad


Dios que todo lo das,

quítame algo.


Das la luz cada mañana, puntualmente, Dios


Quítame, por favor, un poco de salud

que no me moriré por eso.

Quítame, si quieres,

algunos de los dientes

que creo que tengo muchos.


Dios que todo lo das.

A mí quítame algo.


Das la luz cada mañana, y lo haces muy bien, Dios.


Quítame, por favor, un poco de oído

que de todos modos seguiré oyendo.

Quítame, si quieres,

un poco de agilidad mental, tantito,

nada que vaya a dejarme tonto de más.


Das la luz cada mañana, y hay quienes ni cuenta se dan de eso,

Dios.


Quítame, por favor, algo de lo que tengo

porque soy de los que tienen más de lo que se comen.

Quítame, si quieres,

mi coche, haz que algunos de esos bancos que roban

se quede con un golpe de tecla de computadora con mis ahorros.


A cambio te ruego

- y para lo que te escribo es para eso -

que no me quites la luz.


Te ruego que no me quites la luz.

La luz del día.

Esto que te acabo de escribir.

Tómalo como un ruego

o

tómalo como una oración.


Tómalo como quieras

pero, por favor,

tú que todo lo puedes,

no me quites la luz del día Dios mío, no me quites la luz.


PD: Te voy a seguir escribiendo, pero ya no de noche, como antes.
Foto de : andalusevi

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