18 noviembre 2009

Lupe García Araya



Melancolia













Abriré mis manos
cuando vuelva el sol.
Y flotaré como cansada
pendiente de un hilo,
de un beso, o quizás moriré para siempre.
Nunca sabré qué duele o qué pasa ahí dentro,
porque soy de transparencia dura
y amor solitario,
de impecable mar
y fecundada carne.
Me cubre un polvo sin fondo y miserable,
pero reconoceré tus ojos oscuros, dormidos
y casi cercanos.

No hay comentarios: