
Ven, mi enorme niño,
Ven, mi enorme niño,
mira el cielo, la luna y las estrellas,
escucha la melodía del viento
que nos envuelve en este momento.
Siente la brisa que apapacha
nuestra nostalgia que acaricia
en la bruma de la imaginación
con la suavidad del mar...
Ven, mi enorme niño.
Contigo mi vida se ha transformado
desde que me diste un beso
y así lo dejaste todo bien sembrado.
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