

y mis ojos.
A mitad de mi cuerpo
y entre el tuyo.
A mitad de tu boca
y mis labios.
Nos hemos quedado a mitad de ciudades y cervezas.
A mitad de sueños y palabras.
A mitad de recuerdos y de carnes.
El paisaje, lo inconcebible,
la noche, los gestos,
la sangre, los meses.
A mitad de la vida puedo limpiarme el sudor de tu cadáver.
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