05 julio 2011

ANTONIO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ


Humor y prisión







Hay días en que no me falta el humor,


aunque he de confesar que son muy pocos.


Llevo aquí más de ocho meses.


Un profesor iconoclasta me hizo sonreír.


"Querido amigo, sería peor si estuvieras encerrado


en una mazmorra medieval". Le mostré mi discrepancia


invitándolo a acompañarme durante 60 segundos.


Se introdujo por uno de mis ojos. Le dejé sitio


y cuando sólo habían pasado tres me rogó que le abriera la puerta.


Dijo que sentía claustrofobia.


Era la primera vez que dos individuos


compartían prisión en un miserable cuerpo humano.









No hay comentarios: