12 julio 2011

ELENA MEDEL


Escribiré quinientas veces el nombre de mi madre







Escribiré quinientas veces el nombre de mi madre.


Con un vestido blanco trazaré cada una de sus letras por las


paredes de mi dormitorio, por el suelo del patio del


colegio, por el pasillo de la casa más antigua. Para


recordar mi origen cada vez que yo viva.


En todos los lugares podré besar sus mejillas limpias de


cristal, aunque ella duerma lejos:


sus mejillas cercanas que me dolerán allá donde acaricie


su nombre escrito.


Tantos días, tantas noches habrá de alimentarme


amorosamente con su parábola descalza;


vendrá mi madre a arroparme, mujer de humo, con los ojos


tiritando de suerte,


y en cada sueño mis apellidos dolerán como un cartel de


bienvenida a un hogar diferente.


Sobre mi cabello, rubio como el de mi madre, la corona que


me ciño como hija primogénita de Dinamarca.


Me llamaré Vacía, en honor a mis muertos; miraré cómo


retozan de acrílico las palmas de mis manos, sangrará


mi lengua a disposici6n de mis muertos.


Gritaré quinientas veces el nombre de mi madre para quien


quiera escucharlo, y escribiré que bendigo este medio


corazón en huelga mío, pues no olvido:


nací para llorar la muerte de otros.






De "Tara" 2006









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