No hay palabras.
Te descubrí al oeste
Y cuando te miré
me molestaba el ruido
del sol y de los cielos
que enmarañaban todo.
mucho después, llegó el silencio.
Tus besos provocaban el silencio.
Tus ojos se me abrían.
Me abrían el secreto
de aquel cálido viento
del sur.
Sólo
del
sur.


1 comentario:
Gracias amigo por la publicación de este poema. Pertenece a un poemario a punto de salir que se llama "Horas Bruxas"...Gracias. Un abrazo.
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