Ela Cuavas
VIRGINIA WOOLF
Un tambor no deja de sonar en su pecho
y la cabeza es una confusión de estrellas en el acantilado.
Es de noche, no es de noche;
pasa la mano por la hoja del cuchillo, pero piensa que...
No de esta manera; además, algo no termina de escribirse aún.
Decide caminar, camina sin rumbo.
Es poco lo que puede controlar de ese cuerpo ahora despojo.
Recoge flores en el camino, recoge piedras;
llega al río. Le duelen los pies, tiene sueño, pesa su vestido.
Ela Cuavas
No hay comentarios:
Publicar un comentario