11 mayo 2012

Pedro Javier Martín Pedrós

Soy gota de agua que busca una simple


excusa para nacer en tu mejilla.

Voy viajando con tus alegrías y angustias,

con regusto. Este rato, esta noche

me siento


mano abierta,


trozo de pan,


copa de vino.


Estoy aquí, compartiendo todo, absolutamente todo


lo que estas sintiendo en este instante.


Es nuestro instante.


Sensación mágica,

duerme,

estoy aquí, ahí,

en el infinito.

Duerme, dormimos

¿sabes? ¡te quiero!


Del libro : Travesía interminable


2 comentarios:

María José Collado dijo...

Qué hermosa sencillez, línea que se dibuja, forma un lazo y trae la cotidiana realidad del amor.
Un poema esculpido con el buril del sentimiento.

Anónimo dijo...

Hace siglos que no me regresas un poema.
Mis pies vagan por la orilla del mar.
Pero jamas te veo. Soy el hada azul
que quería peinar a la luna.
Mi nostalgia no tiene raiz ni sentido.
Pero es una llaga que, a veces, me hace llorar.
No acostumbro a perder amistades que solián visitarme de día