No sé si te lo he
dicho: mi madre es pequeña y tiene que ponerse de puntillas para
besarme. Hace años yo me empinaba, supongo, para robarle un beso. Nos
hemos pasado la vida estirándonos y agachándonos para buscar la medida
exacta donde poder querernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario