Nadie
en el mundo puede
llevarme del horror al caos
con esa fascinante sensación
de gloria.
Intoxicarme deliberadamente
con ese néctar amargo que bebo
enloquecida.
Clavarme 7 cuchillos afilados
en cada una de mis
regiones.
Pero ahí estás, y yo con las botas puestas, puedo
escapar.
Me quedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario