ÉXTASIS Y DOLOR INTENSO
Es media noche y
creo
que duermes
escondido
en el país del
sueño.
Explosivos
internos
estallan mi
universo.
Al mismo tiempo,
me expando, me
invierto, me vuelco.
Todo mi cuerpo se
derrite
en una sensación
de incendio…
catatónico,
inerte como peso
muerto,
pero vivo, como
en el nacimiento
de un ser nuevo.
Se me demuda el
rostro,
se petrifica el
gesto
de la entrega
total de la conciencia.
Un rictus de
ausencia
se me dibuja en
el lenguaje
de los labios
y mis párpados
exhaustos
dejan ver el raro
brillo
de mis ojos
entornados en blanco.
No respiro.
Un ácido quemante
como el filo
de una flecha de
acero
me lacera por
dentro.
No me muevo.
No me defiendo.
Quiero
este dolor
interno
rasgando corazón
y fuero.
Y floto
convertida
en un ángel
ligero,
en una luz
incandescente
que me funde a
distancia
con tu ardor
etéreo,
cruzándonos
a ambos
las pupilas.
Permanezco
ajena a todo
cuanto me rodea.
No reconozco
ni mi lugar ni tu
contexto.
Solo viento…
Y esta asfixia de
amor
que me diluye
el tiempo,
me deshace de mí
misma
y me convierte en
ti,
transfigurada
en tus propias
palabras
y en tu propio
ego.
O
1 comentario:
Soy Olga Elena. Qué sorpresa!Ni siquiera sé cómo caí en esta página!
Quién eres, tú, el que me puso este poema en internet? Mil gracias por publicarme! La tercera razón por la que uno escribe, es la de ser leído! de veras, gracias! Pero para que me quede completo, escríbeme a mí al matteiolgaelena@yahoo.com; me encantaría saber de tí: eres poeta? De dónde eres? Qué más haces? Te espero! Olguelena
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