Carta
a los Magos
Mis soñados Reyes Magos,
otro año que no llega,
mi
ansiada bicicleta.
...
Pasaron mis años niños
y, pasó mi juventud,
y
el seis de enero aún sueño,
en la magia y en la luz.
En la estrella
que de oriente,
ha de guiar vuestro paso,
cargados vuestros
camellos,
de paz de amor y regalos.
Hoy vuelvo a sentirme
niña,
montada en mi bicicleta,
que...¡por cierto, no llegó¡
¿fue por
que era traviesa?
Si yo, me portaba bien,
me conformaba con
nada,
los vestidos que tenia,
mi tía me los regalaba.
Para el
colegio, uniforme
¡y que bien lo conservaba¡
los zapatos de
"segarra"
que parecían dos barcas.
¡madre que me van muy
grandes¡
no pasa nada mi nana,
el año que viene irán,
como una pluma
encantada.
(mi madre siempre decía, con cariño esas palabras)
Yo
seguía con mis juegos,
como...cuidar de mi hermana
y vigilar el
puchero,
si mi madre trabajaba.
Y de los cuatro a los nueve...
la
bicicleta soñaba.
esperando año por año,
que los reyes la
dejaran.
A los nueve ya sabia,
que sólo a Belén llegaron
y que era
una leyenda,
esa historia de los Magos.
Mas...siempre seguí
soñando,
en tener la bicicleta,
que los sueños de los niños,
se quedan
en las conciencias.
¡Cuánto mi madre lloró
y cuanta fue su
tristeza¡
el sueño siguió guardado,
en mi mente de chiquilla.
¡Juro
que existe la magia¡
y aquella niña, aún existe,
llegando el cinco de
Enero,
dejo en mi balcón colgados...
los zapatos de "segarra"
agua
para los camellos
y dulces para los Magos
y cuándo el seis me
despierto,
en mi nube caminando,
me monto en mi bicicleta,
para volver
al pasado.
Carta
a los Magos
Mis soñados Reyes Magos,
otro año que no llega,
mi ansiada bicicleta.
...
Pasaron mis años niños
y, pasó mi juventud,
y el seis de enero aún sueño,
en la magia y en la luz.
En la estrella que de oriente,
ha de guiar vuestro paso,
cargados vuestros camellos,
de paz de amor y regalos.
Hoy vuelvo a sentirme niña,
montada en mi bicicleta,
que...¡por cierto, no llegó¡
¿fue por que era traviesa?
Si yo, me portaba bien,
me conformaba con nada,
los vestidos que tenia,
mi tía me los regalaba.
Para el colegio, uniforme
¡y que bien lo conservaba¡
los zapatos de "segarra"
que parecían dos barcas.
¡madre que me van muy grandes¡
no pasa nada mi nana,
el año que viene irán,
como una pluma encantada.
(mi madre siempre decía, con cariño esas palabras)
Yo seguía con mis juegos,
como...cuidar de mi hermana
y vigilar el puchero,
si mi madre trabajaba.
Y de los cuatro a los nueve...
la bicicleta soñaba.
esperando año por año,
que los reyes la dejaran.
A los nueve ya sabia,
que sólo a Belén llegaron
y que era una leyenda,
esa historia de los Magos.
Mas...siempre seguí soñando,
en tener la bicicleta,
que los sueños de los niños,
se quedan en las conciencias.
¡Cuánto mi madre lloró
y cuanta fue su tristeza¡
el sueño siguió guardado,
en mi mente de chiquilla.
¡Juro que existe la magia¡
y aquella niña, aún existe,
llegando el cinco de Enero,
dejo en mi balcón colgados...
los zapatos de "segarra"
agua para los camellos
y dulces para los Magos
y cuándo el seis me despierto,
en mi nube caminando,
me monto en mi bicicleta,
para volver al pasado.
Mis soñados Reyes Magos,
otro año que no llega,
mi ansiada bicicleta.
...
Pasaron mis años niños
y, pasó mi juventud,
y el seis de enero aún sueño,
en la magia y en la luz.
En la estrella que de oriente,
ha de guiar vuestro paso,
cargados vuestros camellos,
de paz de amor y regalos.
Hoy vuelvo a sentirme niña,
montada en mi bicicleta,
que...¡por cierto, no llegó¡
¿fue por que era traviesa?
Si yo, me portaba bien,
me conformaba con nada,
los vestidos que tenia,
mi tía me los regalaba.
Para el colegio, uniforme
¡y que bien lo conservaba¡
los zapatos de "segarra"
que parecían dos barcas.
¡madre que me van muy grandes¡
no pasa nada mi nana,
el año que viene irán,
como una pluma encantada.
(mi madre siempre decía, con cariño esas palabras)
Yo seguía con mis juegos,
como...cuidar de mi hermana
y vigilar el puchero,
si mi madre trabajaba.
Y de los cuatro a los nueve...
la bicicleta soñaba.
esperando año por año,
que los reyes la dejaran.
A los nueve ya sabia,
que sólo a Belén llegaron
y que era una leyenda,
esa historia de los Magos.
Mas...siempre seguí soñando,
en tener la bicicleta,
que los sueños de los niños,
se quedan en las conciencias.
¡Cuánto mi madre lloró
y cuanta fue su tristeza¡
el sueño siguió guardado,
en mi mente de chiquilla.
¡Juro que existe la magia¡
y aquella niña, aún existe,
llegando el cinco de Enero,
dejo en mi balcón colgados...
los zapatos de "segarra"
agua para los camellos
y dulces para los Magos
y cuándo el seis me despierto,
en mi nube caminando,
me monto en mi bicicleta,
para volver al pasado.
1 comentario:
A mi tampoco me llegó la bicicleta, y los zapatos realmente parecian barcos siempre eran grandes "que no se podian cambiar cada año" y a mediados del segundo año dolian los dedos de los pies, que recuerdos, mi primera bicicleta prestada me la dejo mi tio, estaba destartalada y para poder ir en ella tenia que subirme al bordillo de la calle... Pero tambien tengo a la niña que tenia esperanzas, dentro de mi, un abrazo anna maria
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