Nada es para siempre
Todo se
transforma,
hasta el amor más
grande
en rutina se
transforma
y el perfecto
amante
en esposo se
convierte.
El romance
prohibido
ahora lo avalan las
leyes.
Las secretas
caricias
en el lecho se
acaban,
la ansiedad por sentir
una boca
buscando tus orillas
desaparece.
La pasión del
cuerpo
en tu pecho
descansa,
la espera del
amante
humedece tu
vientre…
Traspasa tu piel con
besos
y dibuja en tu rostro
la sonrisa
de la mujer que vive
tan sólo
para sentir en
silencio y a escondidas,
el acoso
perfecto,
la entrega completa
del hombre al que amabas
siendo tu
amante,
para convertirse en el predecible
esposo.
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