
Rafaela Hames Castillo. Córdoba,
1962.
Colaboró en diversos proyectos como
la Coordinación de la
Cátedra Juan Rejano de la Diputación de Córdoba o con
artículos de pensamiento en la
Sección de Cultura de Diario Córdoba.
Partícipe de numerosos eventos, publicaciones y antologías de carácter local y
nacional en torno a la Poesía; promotora de actos socioculturales donde
diferentes expresiones artísticas se dan cita con el fin de activar consciencias
para un auténtico desarrollo de la sociedad y del ser humano, como el proyecto
Las artes impulsoras de la Paz (2010) o el ciclo Poesía de Género
frente a Violencia de Género (marzo de 2012). Sus textos publicados son
Funámbulos (Córdoba 1994), Desde la Aurora , (Accésit Certamen de
Poesía Acordes. Espiel, 1995), Ser Agua (Colección Cuadernos de Sandua,
1998), El Tránsito (Premio Juan Bernier de Poesía, Ateneo de Córdoba
2000), Algo más que Luz donde se halla el poema La visita postergada
que obtuvo el Accésit del VIII Certamen de Poesía Puente de Encuentro en
2010 (Ediciones Depapel. Córdoba 2012), contando asimismo con varios títulos
inéditos.
Considera que la poesía trasciende el hecho literario para erigirse en un modo de vivir y entender, o tratar de entender, la vida y todos sus acontecimientos, una actitud de reconocimiento en el orden del Universo que nos permite el diálogo con las infinitas expresiones de la naturaleza y sus misterios.
Sin
limitaciones
A
vosotros que no me habéis prohibido que os ame
os daré tanto amor como vida
al universo
las estrellas y luz a sus
espacios infinitos,
Libertad para que el mundo
no os atemorice
y
unáis vuestra alegría al tránsito de su existencia
Os traeré tierra fértil de
inagotables paraísos
que sirva de alimento al
vergel de vuestro sueños.
A
vosotros, que no me habéis prohibido que os ame,
sino que disponéis la
virginal ternura
que vive desbordando vuestro
ser para invitarme
a
convertir mis días en brazo inmenso de mar
capaz de llevar sus olas a
la última bahía
formada en vuestra piel y
deshacerse en caricias
Os dejaré trenzar vuestra
inocencia en mis cabellos,
dibujar el color circular de
una sonrisa
en el valle fecundo que nace
en mis pupilas,
os dejaré correr y saltar
cuanto queráis
en las llanuras de luz que
dan calma a mis océanos.
Y
yo, quedaré atónita de nuevo con vosotros
descubriendo entre los altos
brillos de la noche
simplemente la cara conocida
de la luna.
De Ser Agua. Colección
Cuadernos de Sandua. Córdoba 1998.
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