Cantares mexicanos
III
Allá, de donde bajan los que nacen.
Ése es el sitio de la vida.
En Tlalocan,
donde los poetas están convertidos en quetzales.
Tlalocan con sus maizales y chiles verdes y flores.
Allí están los poetas reunidos
como en sus academias y concursos en la tierra.
Los que ya viven sin cuerpo...
Plumas de quetzal, jades, son copias
cuanta Tlaltecatzin.
El modelo no está aquí sino en el cielo.
Nuestros cuerpos son copias.
La misteriosa patria de la vida:
de allí viene el canto.
De donde vienen los hombres y el canto.
Allá es la realidad.
Allá se levanta la verdad, firme como pirámide.
Aquí tan sólo el sueño.
Se está despierto allá.
Donde las flores son verdaderas.
Ése es el sitio de la vida.
Donde se unen el azul del cielo y el azul del mar es su mansión.
Estamos junto a él y estamos lejos.
El dueño de la cercanía y la proximidad.
El que está junto a todo.
Estás con nosotros en los cantos.
Busco tus flores.
(De "Poesía Completa", Tomo I, con prólogo
del poeta venezolano Luis Alberto Angulo, Editora Patria Grande, Buenos Aires,
2007. Ernesto Cardenal nació en Granada, Nicaragua, en 1925. A los diez años
ingresó en el Colegio Centroamérica de los Jesuitas de Granada, lo que después
se reflejó en su decisión de inclinarse por el sacerdocio. Su primer libro fue
"La ciudad deshabitada", en 1946. Se comprometió férreamente con las luchas por
la liberación de su país y fue ministro de Cultura del primer gobierno
sandinista. Sin embargo, actualmente forma parte de grupos de intelectuales y
creadores nicaragüenses que tienen una postura crítica del gobierno del
presidente Daniel Ortega, por considerar que se apartó de los postulados
históricos del movimiento revolucionario. Recibió el Premio Iberoamericano de
Poesía Pablo Neruda, en 2009, y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, en
2012. También se dedicó a la traducción y a la escultura).

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