06 junio 2013

Pedro Javier Martín Pedrós




Nota del autor:

Aconsejo poner toda la ropa floja, los pies en alto, y soñar hasta donde puedas. Después comparte un beso con la persona que ames.



Hueles a hierba recién cortada,
a esperanza preñada de lluvia,
a final de guerra con  la música
dulce de los chicos del coro.

Hueles a conversación abierta,
a donación de órganos,
a mirada embarazada,
a silencio de capilla.

Hueles a promesa hecha realidad,
a pechos dando de mamar,
a reencuentros olvidados,
a primera comunión.

Hueles a tiempo,
a mayoría de edad ,a hipotecas,
a calculadora.

Hueles a ilusiones alcanzadas,
A tostada en una tarde fría
de invierno,
a la casa de mi infancia,
a besos en el parque.

Hueles a primeros versos,
a enamorados quinceañeros,
a largos paseos en bicicleta,
a fieles confidencias.

Hueles a lápiz amarillo y
goma milán.
a puchero contenido,
y colonia fresca.

Hueles a  barca,
a brisa, a mar.

Del libro : Poesía en la distancia




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