07 julio 2013

Ana María Lorenzo




EL BESO QUE DUERME

MC900436873[1]

Silencio de escarcha.
Te doy el último beso.
Cenicientas las mejillas.
Flor amarga la de tus labios.

Repitiendo las oraciones,
cerúleo y acartonado el cuerpo;
mis ojos secos de lágrimas,
la boca de ceniza.

Te doy el último beso.
Retumba cual tambor hueco
la balada amarga
de dolores ebria.

Absurdo mundo
de mudos besos;
de rotos amores,
callados silencios.

Ad infinitum, ad infinitum…
Ardua búsqueda
del beso que pierdo,
de un decapitar desierto.

Tres razones que alzan
donde morir bajo tus brazos,
quebrados queden los dedos
y se tornen las fragancias del alma:

Tus ojos plegados.
Tus venas sin sangre.
Tu boca cerrada
en un beso que duerme.

Ana María Lorenzo



No hay comentarios: