GOTA A GOTA
A veces la lluvia
no moja lo suficiente
no traspasa hasta calar los huesos.
...
Otras
se entretienen en seguir ese compás triste
que el violinista persigue y no encuentra.
La lluvia
es persistente, clásica e impertinente
su humedad;
persigue hasta llegar a ser liviana compañía
evaporando cimientos y desdenes
opacos a nuestra vista.
La lluvia
es mi más sola compañía
esa que de mi, sabe letanías
ignorando a las demás gentes.
Autor: J. M. Mochón. ©

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