22 agosto 2013

NURIA RUÍZ DE VIÑASPRE


 


Nuria Ruiz de Viñaspre (Logroño, 1969). Escritora, redactora y correctora profesional. Estudió magisterio en Valladolid. Reside en Madrid. Aficionada desde muy joven a la lectura, se embarcó accidentalmente en el mundo de la creación literaria. Adepta de la literatura alemana de corriente romántica, donde el sentido trágico y dramático de las cosas resultaba exacerbado; es autora hasta la fecha de poemarios como El mar de los suicidas y otros poemas, Desiderium o el dolor de lo ausente, Desvaríos subterráneos, Ahora que el amor se me instala, El campo de tus sueños rojos, versión bilingüe portugués, La geometría del vientre, prólogo Eduardo Mandicutti, El pez místico y Tablas de carnicero. Ha publicado parte de sus poemas en diversas revistas literarias como Argaya y Alambique, y las electrónicas Letralia, Uñas negras y Ángeles o demonios así como en Texturas, Babab, El invisible Anillo, Ariadna, Cuadernos del Lazarillo, Dulce Arsénico, Es hora de embriagarse, etc. Su obra está incluida en el Diccionario de Autores de la Cátedra de Miguel Delibes. Ganadora del XX Premio Ciudad de Tudela de Poesía y finalista del Premio de Poesía Academia Castellano Leonesa de Poesía, el IX Premio Internacional de Poesía Gabriel Celaya, el Premio Internacional Sial de Poesía y el Premio de Poesía María del Villar. Perteneció al consejo editorial de Editorial Celya (Salamanca). Actualmente trabaja en el Grupo Anaya, en Madrid.
Formada por la lectura de autores como Plath, Woolf, Tsvistaeieva, Sexton, Pizarnik, Holderlin, Dickinson, Barnes, Eichendorff, Celan, poetas todos extraordinariamente presentes. Su poesía son sus mundos interiores; es por lo tanto una poesía intimista y de temáticas diversas, pero con unos denominadores comunes a los que siempre se mantiene fiel; temas como la muerte, la soledad, el suicidio, el desamor llegan a ser el mayor motivo de su obra y aunque en un primer momento pueda intuirse un gran escepticismo en su poesía, una recatada espiritualidad rezuma entre verso y verso.
Escribir siempre ha sido una necesidad física, lectora empedernida, hoy considera la lectura como el motor de su vida.



SORTILEGIO


¿QUIÉN quemará incienso en los rincones
Y masticará alas de mariposa en las esquinas
Las libélulas de sórdidas alas
Entretejen hoy los cabellos del Mundo
¡Sortilegio!
¡Que alguien vaticine el final del cruel hechizo!
¡Que nos canten al oído la hora exacta de su muerte...!
Mientras
La ciudad duerme
Los espíritus alados se pasean por las calles
Con sacos de palabras llenas
¿No es efímera y fugaz la vida?
¿No es la muerte pasajera?
¿Y la herida?
Y el nacimiento del niño ¿no es pasajero?
¿Y la locura?

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