22 noviembre 2013

Pedro Javier Martín Pedrós








La cuartilla en blanco espera
ser acariciada por versos entremezclados
de sensualidades y gemidos placenteros.
Guarda el rotulador «office-liner 3330»
azul y negro,
imágenes,
sensaciones eróticas que han
calentado la tinta de sus venas
en su más íntimo secreto.
Es media mañana y toca saborear
un bol de ricas fresas con nata
prohibidas por los doctores de
la iglesia,
¡qué estupidez, si es un manjar
de temporada!
Experimento como resbalan por
las mejillas lágrimas calientes,
cuyo recorrido en libertad
está delimitado por las cuatro
paredes del estudio
donde fabrico las distancias.



Del libro: en la bajamar

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